La interminable metáfora de tu sonrisa
Y esa sonrisa que cubre tu rostro cuando se acerca la tormenta. Amenaza con furia la playa, así obtienes el valor para caminar cada mañana. Y jugar otro día a que no pasa nada. Y la fuerza que te mantiene de pie, mientras los laberintos irrumpen en tu refugio vedado. Aquí brotan tus sueños frágiles y moribundos, aferrados como siempre a la terca esperanza de esperar un nuevo día.
Mi amor a veces es una moribunda isla, una fábrica de nostalgia interminable, angelical Sol danzante, lluvia intermitente, interminable vibración acústica. Mi amor a veces es un desvaneciente cielo, un día desgarrado por la Luna, cielo estático, insignificante coma de los dioses, puerta del río. Ahora naces, vives y mueres, tal vez soñando que nunca dormirás. Esperando que recen por ti, por tus fantasmas y tu piano adormecido por los escalofríos de la tarde. Un ensayado silencio, odio de un minuto desconocido que no deja de nadar.
Una muerte estelar en brazos radioactivos, en fantasmas de madera. El flujo de colores tras un océano de fotos en el techo mirando con las cortinas cerradas, es sentirte miserable tras tu ausencia esta tarde. Donde deberíamos de estar cuando el futuro llegase, evacuación de nuestra vida personal. Monólogo del ausente, concierto interminable de palabras que se dibujan en tu boca, abrazándome a veces ausente y otras veces como una extraña. Desearía ver otra vez el esqueleto de tu sonrisa, donde tus ausentes parpados oscuros oscilen en la certeza de tus labios, tras la desnuda luz que colapsa tras el viejo halo.
Aún no ha terminado, todo se reduce aquí a diagramas de atracción. La puerta abierta a media luz es el comienzo de algo hermoso, llorando por el sonido de planetas inhabitables, tras una anestesia sentimental en una colección de pinturas quemadas sin tu rostro recurrente con las olas del olvido.
Qué sucede niña contigo? en esta tarde estructural regada de silencio, aquí en el borde de la piel de corazones dislocados te reduces a cosas simples. Desde este sueño literal que se mueve en diagonal hacia el amor.
Y esa sonrisa que cubre tu rostro cuando se acerca la tormenta. Amenaza con furia la playa, así obtienes el valor para caminar cada mañana. Y jugar otro día a que no pasa nada. Y la fuerza que te mantiene de pie, mientras los laberintos irrumpen en tu refugio vedado. Aquí brotan tus sueños frágiles y moribundos, aferrados como siempre a la terca esperanza de esperar un nuevo día.
Mi amor a veces es una moribunda isla, una fábrica de nostalgia interminable, angelical Sol danzante, lluvia intermitente, interminable vibración acústica. Mi amor a veces es un desvaneciente cielo, un día desgarrado por la Luna, cielo estático, insignificante coma de los dioses, puerta del río. Ahora naces, vives y mueres, tal vez soñando que nunca dormirás. Esperando que recen por ti, por tus fantasmas y tu piano adormecido por los escalofríos de la tarde. Un ensayado silencio, odio de un minuto desconocido que no deja de nadar.
Una muerte estelar en brazos radioactivos, en fantasmas de madera. El flujo de colores tras un océano de fotos en el techo mirando con las cortinas cerradas, es sentirte miserable tras tu ausencia esta tarde. Donde deberíamos de estar cuando el futuro llegase, evacuación de nuestra vida personal. Monólogo del ausente, concierto interminable de palabras que se dibujan en tu boca, abrazándome a veces ausente y otras veces como una extraña. Desearía ver otra vez el esqueleto de tu sonrisa, donde tus ausentes parpados oscuros oscilen en la certeza de tus labios, tras la desnuda luz que colapsa tras el viejo halo.
Aún no ha terminado, todo se reduce aquí a diagramas de atracción. La puerta abierta a media luz es el comienzo de algo hermoso, llorando por el sonido de planetas inhabitables, tras una anestesia sentimental en una colección de pinturas quemadas sin tu rostro recurrente con las olas del olvido.
Qué sucede niña contigo? en esta tarde estructural regada de silencio, aquí en el borde de la piel de corazones dislocados te reduces a cosas simples. Desde este sueño literal que se mueve en diagonal hacia el amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario