Un hombre solitario pero cercano


De todas formas gracias a esa necesidad de refugiarse en su intimidad, de encontrarse, de disfrutar de su compañía, es que pudo producir las fantásticas obras de las que es autor. Y al llegar a este punto es donde me atrevo a decir que supo compartir incluso su soledad con sus lectores.


De la misma manera, Julio tenía pocos amigos pero con quienes le unían fuertes relaciones, otra característica más que lo pone por encima de cualquier ser humano que se considere sociable pero no sea capaz de compartir de verdad su existencia con otro. Este hombre, tan cercano a su soledad, necesitado de ella y capaz de pasarse mucho tiempo recluido, era capaz de compartir amistades profundas, de armar lazos sólidos y casi indestructibles, y esto lo convierte en un hombre más aptos para relacionarse de verdad, para mostrarse tal cual es, para compartir quien es en realidad con otro.


Algunos personajes solitarios


En todas las historias de Julio aparecen seres atormentados, que no soportar ciertas cosas de la vida y no entienden cómo hacer para cambiarlas, y también seres solitarios, que se sienten de verdad atormentados por ver cosas que los demás no ven o no entienden.


En la obra “La casa tomada” esos hermanos se hallan desamparados, arrasados por la existencia de los extraños que corrompen su propio hogar. Si bien a simple vista este relato no trabaja sobre el tema de la soledad, si se le busca este sentido, creo que encaja perfectamente. La soledad es eso que te permite ver cosas que los demás no pueden captar, que te eleva pero a la vez te separa del resto, y, como nadie es profeta en su tierra, te sientes extraño incluso en tu propia casa.


En “Las puertas del cielo” también se puede analizar el personaje de Celina, rescatada por Mauro de la prostitución, vivió a su lado varios años intentando conformarse con una vida lejos de la música y el baile que eran en verdad lo que la hacían feliz, incomprendida, triste… puede que esa haya sido incluso la causa de su muerte. Y Marcelo, otro que vive a flor de piel la soledad, aferrándose a la existencia como puede, incapaz de asumir que el amor entre Mauro y Celina no le pertenece, viviendo en silencio una vida prestada.