Cortina de Humo

Sara se Despierta
Su cuerpo no habrá roto la piedra lapidal que lo contenía cuando se la esperaba, allá por 1993, pero la historia de esa esposa del diablo, de la vampira y bruja inglesa, o sea, de ese monstruo de mujer que fue condenada y exiliada en muerte para ser enterrada en Pisco, Perú, sí que renació. Dice la leyenda que antes de ser ejecutada, en 1913, Sara Helen prometió regresar de los infiernos. Todo el país quedó espectante. Pisco inauguró punto turístico. Julio Andrade compuso una canción. Y esa frustrada historia de aparecidos ocupó primeras planas justo cuando, por otro lado, los rumores de desaparecidos se hacían más fuertes en ese primer gobierno del sentenciado Fujimori.
Entonces no es el mito del que se ocupa la performance dirigida por Guillermo Castrillón e interpretada por la actriz Kareen Spano; Sara reflexiona sobre la cacería de brujas que ha originado la independencia, inconformismo e inteligencia en una mujer. Lo hace con un recuento histórico y también desde la visión contemporánea y personal de la Spano. Y la historia de Sara Helen –falsa, según datos posteriormente recogidos– también sirve para analizar el contexto político nacional de la época, tan creativo en sus llamadas “cortinas de humo”.