viernes, 18 de junio de 2010

Meditación

Meditación tras la lluvia
Es bueno estar arriba, con todas las luces encendidas desatando azules ausencias musicales. Entonces tenemos la noche abierta, las inevitables raíces anhelando las estrellas, bajo el cielo desnudo de tu cuerpo, cruzando tu inevitable ombligo. Tu olor y tu nombre embotando los sentidos, entonces te espero con las ventanas abiertas, las palabras sencillas, también los errores y esa curiosidad de pasear tras las casas encendidas. En tu mirada el río se apaga y los barcos se adormecen en el agua viva de tus pestañas, susurras algo inaudible que hace estremecer la tarde, otra vez tus ojos tras la lluvia eludiendo cicatrices. Construimos cárceles de piel que nos describen totalmente. Ahora que la Luna nos soporta, hace frío, temblamos y no sabemos las rutas del retorno.

Sociedad

La pequeña mano del error humano

viernes, 11 de junio de 2010

De escribir y otras ausencias



















Los laberintos creativos de un escritor

La motivación del escritor es una selva múltiple con diversos microclimas. A veces tienes la necesidad de contar algo. El ansia de trascendencia o el exorcismo. En algún caso, como este, la necesidad surge del recuerdo de algo que se va perdiendo. El desapego de la tierra durante años a veces te hace perder identidad.
Tienes tras de ti el acento de la infancia y la juventud que te impuso la escritura de algún libro. Cada día una reflexión, un relato, un pretexto poético para recuperar aquel mundo que empezaba a difuminarse. Así como fruto de la necesidad tienes que volver tras tus huellas, reconocer aquellos íntimos lugares, no callar aquello que te nace en la piel y a veces no eres capaz de pronunciar.
Todas las vertientes se presentan ante nuestros ojos en forma de palabras, relatos cortos, nos iniciamos en las palabras concretas y varias voces que van más alla. Cuando te llenas de palabras, descubres el mundo entre líneas, dejar de pensar y terminas tu propio libro. Dominar el arte de la escritura, propone una mirada diferente del mundo, pero con el mismo y tradicional espacio, una utilización de las diferencias para beber de todos los paisajes literarios, de otros ritmos.

Utilizando el verbo como pretexto, cada párrafo, cada texto nos llevará hasta el mismo río, a las calles del otro laberinto. Descubres los hilos invisibles que entrelazan unos relatos con otros, y sientes la tentación de abrir cualquier historia, dejándote llevar en sus páginas y dejarse llevar por el azar y esa perspectiva el destino final puede ser diferente, en una lucha frontal de metáforas y contradicciones.
A veces ardes en el invierno narrativo te enfrentas al lenguaje metafórico, entonces todas las historias tienen su correlato exacto. Todas las historias y los breves relatos nos hablan del tiempo, de literatura, de amores y de ausencias, de injusticias y de gratitudes, de vida. Teniendo en cuenta que existen palabras que jamás te abandonarán y te dibujarán los ojos.

sábado, 5 de junio de 2010

Escenas

Santuarios cotidianos
Respiras y el tiempo se repliega en una inspiración de totalidades, te sientes dueño de la memoria y desciendes al ver un rostro tatuado de caricias, como un refugio amorfo de relojes extraviados en el atardecer. Los semáforos esparcidos en la carretera o en los suburbios de la ciudad, abismos sin límites tras los difusos recuerdos, los pueblos colindantes. Y esa rutina de llevar la doctrina en tus zapatos.
Viajas por estaciones, marginado a veces por la fuerza de los retornos, arropado en alguna esquina climática, conciliando todas las desidias, sonrisas como pulgares apuntando al cielo, tras el eje de rotación acariciando lunas menguantes en galaxias desprevenidas; total nos falta tanto por descubrir que sólo nos cobijan universos paralelos, planetas tangentes, cometas opuestos, ocultos o en expansión, tal vez contenidos en otros o en sí mismos.
Al respirar te refugias en el límite de tus pulmones, adviertes el borde afilado de la nada, más allá de todo contienes la respiración, intentas atrapar plenitudes y espacios. En algún recodo nocturno tras una sensación de vacío sin rostro, vuelvo a dibujarte en mis recuerdos en urgentes combinaciones temporales.
En cada ciclo respiratorio a veces pierdes la noción del tiempo, entonces ingresas a sucesiones de plenitud y ausencias simultáneas, te juras a ti mismo que no vas a interrumpir el latido de los días; entonces en el equilibrio existencial te quedas a solas con tu derrota, una soledad del alma. Y comprendes el aire fresco de cada mañana y tiene sentido todas las ventanas que se abren ante ti y te recuerdan el aire fresco invadiendo todos los territorios del alma.

martes, 1 de junio de 2010

Sudáfrica 2010

Bienvenido Mundial.....la codiciada copa....¿Quién la levantará?