En 1994 Peter Jackson le ofreció su primera oportunidad con Criaturas celestiales, en la que Kate interpretó a Juliet, una adolescente enamorada de una amiga suya a cuya madre asesinaron entre las dos. A ese título se le sumó Sentido y sensibilidad (1995). Bajo la dirección de Ang Lee, Kate encarnó a la enamoradiza e impulsiva Marianne Dashwood, quien tras un choque de frente con la realidad se veía obligada a madurar. Desde esos momentos, se asoció durante un tiempo el rostro de la actriz a cierto ideal de romanticismo y de heroina clásica.
Así en Jude, basada en la obra de Thomas Hardy, defendió el papel de Sue, una mujer pobre madre de dos hijos, acostumbrada a pasar todas las miserias. Kenneth Branagh contó con ella para su versión de Hamlet, en la que Kate pudo ponerse en la piel de Ofelia, profundamente enamorada del príncipe danés y cuyo rechazo le impulsaba primero a la locura, y después a una trágica muerte.
Entre estos dos últimos rodajes, Kate recibió el BAFTA a la mejor actriz de reparto y el premio de la Screen Actors Guild en la misma categoría, así como su primera candidatura al Oscar por Sentido y sensibilidad. A pesar de ser derrotada por Mira Sorvino, su nombre empezó a ser popular.
Un día James Cameron le envió el guión de Titanic. Antes de decidirse, Kate se reunió con Emma Thompson, la actriz que encarnase a Eleanor Dashwood ideada por Jane Austen. Su compañera de reparto al término de la lectura del guión, le dijo a Kate: Cariño, esto lo tienes que aceptar. De esta manera Kate se incorporó al rodaje de una película producida por dos grandes estudios. En ella la actriz componía a la heroína romántica que deshacía las estrictas reglas de la sociedad de la que formaba parte para empezar a vivir su propia vida, para sobrevivir primero al naufragio del barco y conservar su espíritu independiente.
Kathy Bates, Billy Zane, Leonardo DiCaprio, Frances Fisher y Gloria Stuart la acompañaron en un viaje a cuyo término, Kate recibiría su primera candidatura al Oscar a la mejor actriz. Durante la ceremonia, Kate vio subir a la platea a todo el equipo de la película, siendo su candidatura de las pocas que perdió el filme.
Kate regresó a la gran pantalla con Jame Campion en Holly Smoke, donde Kate interpretó a una joven atrapada por una secta.El año 2000 trajo a Kate muchas satisfacciones de varias índoles. El 12 de octubre nació su hija, Mia Threapleton. Editó el disco Children, el cual le valió un Grammy. Por si fuera poco obtuvo una candidatura al Screen Actors Guild por su papel en Quills, donde encarnó a Madeleine, una mujer enamorado del Abad du Coulmier (Joaquin Phoenix), cuya moral estrictaba derribaba con su sensibilidad y con su obstinación para que el Abad disfrutase del poder subversivo de la literatura.
En 2001 se divorció de su marido y se convirtió en la pareja de Sam Mendes. Ese mismo año compartió personaje con Judi Dench en Iris, cinta sobre la descomposición de la memoria de Iris Murdoch. Si Judi Dench recreó las vivencias de la escritora mientras el Alzheimer la iba destruyendo poco a poco, Kate ofreció una imagen de intelectual, vivaz, independiente, liberada sexualmente, que compaginaba amantes masculinos con femeninos por igual, y que se sentía atraída intelectualmente por el escritor John Bayley, con quien acababa casándose. Las dos actrices obtuvieron sendas menciones en los Oscar del año siguiente.
Para entonces Kate ya había rodado Enigma, reinciendiendo en ese nuevo repertorio de mujer independiente e inteligente, que en esta ocasión descrifraba con la máquina enigma las comunicaciones de los nazis.
En 2003, Kate estrenó dos películas. En la primera, Descubriendo Nunca Jamás, interpretó a una viuda con varios hijos, enferma mortalmente y que renunciaba a cualquier tratamiento médico para no sufrir, que se enamoraba del escritor James Matthew Barrie. El director Marc Foster escenificó la muerte del personaje haciendo entrar literalmente a la actriz en el país de Nunca Jamás. En la segunda película ¡Olvídate de mí!, ofreció varios registros de un mismo personaje, Clementine, una mujer que borra los recuerdos de su anterior noviazgo y que comprende que no puede vivir sin él. Ahora ganó el premio de la academia, y es justicia para un actriz que ha desarrollado un impecable carrera...Disfrutemos de la belleza de Kate...
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