Karin de Kuiper, la viuda del célebre autor neerlandés Karel Glastra van Loon, viaja a la frontera entre Tailandia y Birmania para cumplir un deseo de Karel había antes de su muerte - para poner las cámaras a los refugiados olvidados de Birmania. El resultado es un viaje emocional que proporciona una visión de gran alcance en los complejos problemas que enfrenta el pueblo birmano. El 1 de julio de 2005, Karel Glastra van Loon, uno de los autores más aclamados de los Países Bajos, murió trágicamente de un tumor cerebral. Sólo tenía 42 años, fue sobrevivido por su esposa Karin Kuiper y sus tres hijos pequeños. Dos años y medio antes, Karel y su joven familia habían pasado 3 meses en el pequeño pueblo fronterizo de Mae Sot, en la frontera occidental de Tailandia con Birmania, la investigación de lo que resultó ser su última novela. "Los invisibles".
Es una historia conmovedora y evocadora que pone una cara humana al sufrimiento perpetrado por uno de los regímenes más brutal y represivo del mundo - la dictadura militar de Birmania. La novela fue la primera en un proyecto iniciado por la Fundación para los Refugiados Países Bajos para vincular los escritores neerlandeses con los grupos de refugiados olvidados. Y aunque Karel logró terminar su libro antes de su muerte, sus nuevos planes para ayudar a los birmanos que le había ayudado a escribir su libro quedaron latentes. La idea era ofrecer a los refugiados y personas desplazadas en las cámaras digitales para que puedan contar sus propias historias - en efecto, ayudar a "Los invisibles" para hacerse visibles.
En marzo de 2008, Karin vuelve a Mae Sot decididos a que el plan de Karel. En el camino se vuelve sobre los pasos que tomó la investigación de "Los invisibles". La película entrelaza las escenas emocionales, junto con los programas de radio grabados por Karel durante su estancia, y pasajes de su libro, para proporcionar una visión de gran alcance en los complejos problemas que enfrenta el pueblo birmano. Como el régimen militar de Birmania arrastra el país en una crisis más profunda, tanto política como económicamente, el destino de su pueblo más que nunca, pende de un hilo. Ellos han demostrado por sus protestas de que quieren el cambio. Sus manifestaciones podrían haber sido anulada, pero gracias a las cámaras digitales y el Internet, su situación ha llamado la atención de la comunidad internacional y convertirse en un grito de ayuda. Los generales que gobiernan Birmania han hecho un gran esfuerzo para cerrar su país de la indiscreta mirada del mundo. El reto ahora es dar a la gente común las herramientas con las que hacer que sus historias sean vistas y oídas.
The invisibles (Ver las imágenes de la historia)
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