martes, 28 de abril de 2009

Reloj de tiempo

Las interminables preguntas
¿A dónde se van los besos que no damos? ¿Dónde dormitan los suspiros que se nos escapan? ¿A dónde van los abrazos vacíos en las madrugadas, las caricias que soñamos y no damos, ni recibimos? Las promesas incumplidas, los sueños resquebrajados... ¿A dónde van? ¿A dónde van las lágrimas que por amor liberamos, las ilusiones que vamos perdiendo, el brillo de nuestros ojos cuando, heridos se apagan? ¿A dónde van nuestros sentimientos derrochados, el dolor que sentimos, y que no compartimos?
Nuestro corazón cuando lo perdemos, ¿A dónde va? ¿A dónde van los amores que naufragan, sin haber navegado? La sensibilidad de nuestros sentidos, la generosidad de nuestros buenos actos, cuando son públicos, cuando son secretos y desinteresados…Lo que sentimos por alguien a quien queremos, y sin querer nos hace daño…¿A dónde se van nuestros silencios cuando gritan, nuestras miradas intensas y brillantes, cuando las perdemos? ¿A dónde van? ¿A dónde va todo lo bueno que tenemos, cuando nos equivocamos?
¿A dónde van nuestras buenas intenciones y deseos, cuando todo lo estropeamos? ¿A dónde va ese vacío abismal que sustituye a nuestro corazón, cuando sin pretenderlo hacemos daño? ¿A dónde van las certezas que tenemos, nuestras seguridades, nuestros anhelos, cuando se desmoronan, y desaparecen? ¿A dónde va tanta vida pura, desinteresada y generosa? Lo mejor de nosotros cuando lo perdemos… ¿A dónde va?
¿Para siempre se pierden estériles, o hay un rincón secreto donde se refugian, donde nos esperan y nos redimen? ¿Cómo se puede perder para siempre lo más humano, lo más generoso que tenemos, lo que nos hace dignos, eternos, humanos?… ¿Dónde está ese rincón secreto del alma, con todo aquello que perdemos y ya nunca recuperamos?

jueves, 23 de abril de 2009

Kim Phuc


Una foto que hizo historia
Tal vez al ver la fotografía de esta mujer no la ubiquen... pero si les digo que casi todo el mundo la conoció por su cuerpo desnudo corriendo cuando era una niña tendrán una idea.. y si les digo después que esa niña vietnamita corría desnuda huyendo de las bombas de guerra que lanzaron contra su pueblo, tal vez ya sepan con certeza que Kim es la protagonista de la fotografía: "The terror of War" , tomada por el fotógrafo Nick Ut, quien al ver el dolor de la niña con la piel ardiendo la tomó en sus brazos y la llevó a un hospital.
La histórica imagen de Kim Phuc el 8 de junio de 1972 recorrió el mundo
Kim sufrió 17 operaciones en 13 años, tenía más de la tercera parte de su cuerpo quemada, el dolor era insoportable. Cuando Kim cumplió 10 años un fotógrafo alemán la buscó nuevamente en su aldea y la redescubrió ante el mundo, volviéndola toda una celebridad, pero acosándola sin permitirle vivir una adolescencia normal. Kim, reconocida internacionalmente como símbolo de la guerra fue obligada por su gobierno a permanecer por siempre en su aldea, sin permiso de salir de su pueblo y mucho menos de su país. Logró hacer un examen para una universidad en Saigón y estando en la Biblioteca buscó el modo de hallar al Ministro de Estado, a quien envió una carta pidiendo la oportunidad de estudiar en Cuba, siendo éste un país comunista como el suyo, se lo permitieron, pero bajo supervisión y con la condición de no llamar la atención, pasar desapercibida y al terminar su carrera volver inmediatemente a recluirse a Saigón.

Así lo hizo, en la universidad conoció a otro vietmanita de quien se enamoró y juntos volaban de regreso a Saigón, sin querer realmente hacerlo... sabiendo lo que les esperaba. El avión hizo una escala para cargar combustible y con ayuda de algunos pasajeros y tripulantes del avión lograron bajar en Canadá y huir, buscar refugio para no volver jamás a la prisión que les esperaba eternamente en su aldea. Radican en estados Unidos y tuvieron 2 hijos. Trabajaron en empleos eventuales hasta lograr llegar a EE. UU. donde acudian a eventos de veteranos de guerra, ahí fue donde Kim fue nuevamente vista hablando sobre la guerra. Y la invitaron a crear la Fundación Kim, que ayuda a niños víctimas de la guerra, donde se defiende su derecho a estudiar, jugar, sonreir, divertirse y viajar donde gusten. A recibir atención médica, psicológica, económica, etc. Ella dio un gran ejemplo de perdón al entrevistarse años más tarde con el soldado que bombardeó su aldea, destruyó todo lo que tenía, la alejó de su familia y le dejó marcas en el cuerpo y en su mente. Lo abrazó, le sonrió y le dijo que lo perdonaba de todo corazón. Esta es la historia de esta maravillosa mujer que con su ejemplo nos ayuda a hacer lo que ella siempre dice: "El dolor no desaparece, pero hay manera hermosas de aprender a lidiar con él."


Entrevista a Kim Phuc
La niña símbolo de la guerra de Vietnam
Kim Phuc tenía 9 años cuando su aldea fue bombardeada con napalm; pasaron casi 37 años desde que se tomó la fotografía; sin embargo, la imagen, que cambió la percepción mundial de la guerra de Vietnam, aún conmueve. La niña de la foto es Kim Phuc, una vietnamita de 9 años que en 1972 intentaba escapar de las bombas incendiarias que los Estados Unidos lanzaron sobre la aldea de Trang Bang, a media hora de Saigón. En cuestión de segundos, el napalm de la bomba consumió la ropa de Kim y ella siguió corriendo, desnuda y horrorizada, junto con sus hermanos, para escapar del fuego.
La niña de la foto, que hoy tiene 46 años y vive en Canadá, llegará al país para participar del quinto encuentro ecuménico de la Comunidad Renovada de Evangélicos y Católicos en el Espíritu Santo (Creces), que se realizará en el Luna Park y del que también participará el cardenal Jorge Bergoglio.
LA NACION dialogó telefónicamente Kim Phuc, que habló desde Toronto, donde dirige una fundación que trabaja con niños víctimas de guerras en todo el mundo. Durante una hora y media, Phuc contó cómo siguió su vida después de aquella foto, de las 17 operaciones que le practicaron y de las persecuciones que sufrió cuando el régimen comunista le prohibió estudiar para convertirla en el ícono propagandístico de la guerra.
También narró cómo logró escapar a Canadá y cómo se convirtió al cristianismo y pudo perdonar a quienes le causaron tanto daño. Su perdón quedó sometido a la prueba de fuego cuando tuvo que enfrentarse cara a cara con el oficial del ejército norteamericano que coordinó el bombardeo que destruyó a su familia y le cambió la vida.
¿Cómo se siente el napalm en la piel?
Es terrible. Causa mucho dolor. El agua hierve a 100 grados, pero el napalm llega a 800 grados. Se mete por debajo de la piel y sigue quemando. No entiendo cómo pude sobrevivir. Nos habíamos refugiado en un templo, pero los soldados vieron los aviones sobrevolando y nos dijeron que teníamos que salir. Empezamos a correr y de repente vi alrededor de mí un resplandor, el fuego quemó toda mi ropa. Mi brazo estaba ardiendo e intenté apagarlo con mi otra mano. En ese instante pensé: "Nunca más voy a ser normal".
¿Qué sintió por quienes bombardeaban su aldea?
Odio. Quería encontrarlos, herirlos, matarlos. Ellos tenían que sufrir más que yo. El odio es en realidad el mayor enemigo que siembra la guerra. Toma todo tu cuerpo, como un cáncer. Cuando tenía 19 años me inscribí para estudiar medicina, pero el gobierno vietnamita descubrió que yo era la niña de la foto y me prohibió estudiar. Me obligaban a hacer entrevistas propagandísticas. Llegué a odiar mi vida. Diez años después, seguía siendo víctima de la guerra. Pero todo cambió el día en que conocí a Jesús y entendí sus palabras de que debemos amar a nuestros enemigos.
¿Se puede perdonar a quienes le causaron tanto dolor?

Yo no podía. Pero el día que conocía a Jesucristo, dejé de preguntarme "¿Por qué a mí?" y comencé a obedecer su mandato: pude perdonar. Recuperé la esperanza y los sueños.
La hora del perdón
Kim habla con voz risueña. Resulta difícil creer que sea una persona a la que Vietnam le truncó la infancia. Cansada de no poder estudiar en Saigón, se mudó a Cuba. Allí vivió tres años, aprendió español y conoció a su esposo, Bui Huy Toan, estudiante vietnamita. Se casaron y se fueron a Rusia de luna de miel. "Sólo podíamos ir a países comunistas", explicó. Pero cuando el avión de regreso tuvo que parar en Canadá para cargar combustible, ella y Toan decidieron desertar y pedir refugio. "Siempre estuve esperando la oportunidad de irme", dijo. Desde 1992 se establecieron en Toronto.
En 1996, Kim fue invitada como oradora a un acto en Washington, del que participaron veteranos de la guerra de Vietnam. Habló sobre el perdón. Al término de su charla, una grupo de hombres se acercó. Uno de ellos lloraba sin parar. Hubo que esperar 40 minutos hasta que pudo hablar. Era John Plummer, un oficial norteamericano que había coordinado los bombardeos a la aldea de Kim.
¿Cuál fue su reacción frente al oficial norteamericano que cambió su destino?
El hombre estaba conmovido. Lloró mucho, y cuando pudo me dijo: "Lo siento mucho. ¿Usted podría perdonarme?". Instantáneamente le dije "Sí, por supuesto". Nos abrazamos y lloramos juntos. Yo había conocido el perdón, pero ese día experimenté la reconciliación. Hoy somos buenos amigos. Yo sentí que con él había recuperado a mi hermano que murió en aquel bombardeo y él dice que yo soy su hermana menor.
Hoy, Kim es embajadora de la Buena Voluntad de la Unesco y la orgullosa madre de Thomas, de 15 años, y Stephen, de 11.
¿Cómo les explicó a sus hijos lo que le pasó a la niña de la foto?
Esa es la parte más difícil. A medida que crecían, yo recordaba mis pensamientos en el momento del bombardeo: "Nunca más voy a ser normal". Un día, cuando Thomas era muy chiquito y lo alcé, vio mi brazo. Me preguntó: "¿Mami, te duele?", y comenzó a besar mis cicatrices. Fue muy sanador.
(Entrevista Diario La Nación de Argentina)

sábado, 18 de abril de 2009

Los miedos

Todos los miedos
Despiertas en un paisaje extraño, en un tiempo extraño, en un silencio extraño, en un cuerpo extraño, sólo una fina hebra sujeta tu percepción sobre ti mismo en un pasado que se dibuja en recuerdos fugaces. Tardas en reconocer las señales de su atlas corporal, vuelves tu atención al entorno, pero lo que ves no es producto de tu raciocinio, de un conocimiento previo, del análisis empírico de las cosas, tan útil desde dónde viene, si es que ha llegado de algún sitio.
Un ave multicolor con antenas se suspende en el aire frente a ti y te habla y comprendes, y respondes de inmediato titubeando, olvidas lo hablado y el ave se esfuma diluyéndose en el cielo purpúreo. Te levantas, aún aturdido y comienzas a caminar, descubres sólo desolación en este mundo onírico, aunque ya sabes que no es un sueño, es demasiado real para serlo, sientes que el silencio te estremece y a la vez te conmueve, es como una cura secreta del alma, inicias el retorno y descubres sólo preguntas sin respuestas.
Todos le tememos a algo, a veces sólo habitamos la suma de todos nuestros miedos, veamos la cantidad de fobias que están consideradas por la Psicología y que todas en algún grado requieren terapia, es increíble:
Ablutofobia: Miedo a lavarse o bañarse.
Aeronausifobia: Miedo a vomitar.
Alektorofobia: Miedo a los pollos.
Alliumfobia: Miedo al ajo.
Amathofobia: Miedo al polvo.
Anthrofobia: Miedo a las flores.
Apotemnofobia: Miedo a personas con amputaciones.
Aulofobia: Miedo a las flautas.
Aurofobia: Miedo al oro.
Aurorafobia: Miedo a las auroras.
Bibliofobia: Miedo a los libros.
Blennofobia: Miedo al barro.
Caligynefobia: Miedo a las mujeres hermosas.
Carnofobia: Miedo a la carne.
Chaetofobia: Miedo al pelo.
Chorofobia: Miedo a bailar.
Chrometofobia: Miedo al dinero.
Chromofobia: Miedo a los colores.
Cibofobia: Miedo al alimento.
Crystallofobia: Miedo a los cristales.
Dendrofobia: Miedo a los árboles.
Didaskaleinofobia: Miedo a ir a la escuela.
Dikefobia: Miedo a la justicia.
Diplofobia: Miedo a la visión doble.
Dipsofobia: Miedo a beber.
Dishabiliofobia: Miedo a desnudarse delante de alguien.
Dromofobia: Miedo a las calles y los paseos.
Ecclesiofobia: Miedo a la iglesia.
Eisoptrofobia: Miedo a los espejos o de verse en un espejo.
Eleutherofobia: Miedo a la libertad.
Elurofobia: Miedo a los gatos.
Emetofobia: Miedo a vomitar.
Enosiofobia: Miedo a confiar un pecado imperdonable o a la crítica.
Entomofobia: Miedo a los insectos.
Eosofobia: Miedo al amanecer.
Epistemofobia: Miedo al conocimiento.
Equinofobia: Miedo a los caballos.
Ereuthrofobia: Miedo a ruborizarse.
Ergofobia: Miedo al trabajo.
Erotofobia: Miedo al sexo o las preguntas sexuales.
Eufobia: Miedo a las buenas noticias.
Eurotofobia: Miedo a los órganos genitales femeninos.
Febrifobia: Miedo a la fiebre.
Frigofobia: Miedo a las cosas frías.
Geliofobia: Miedo a la risa.
Geniofobia: Miedo a la barba.
Genofobia: Miedo al sexo.
Genufobia: Miedo a las rodillas.
Gephyrofobia: Miedo a los puentes.
Gerontofobia: Miedo a la gente vieja.
Geumafobia: Miedo al gusto.
Glossofobia: Miedo a los discursos en público o a intentar hablar.
Gnosiofobia: Miedo al conocimiento.
Graphofobia: Miedo a la escritura.
Gymnofobia: Miedo a la desnudez.
Gynefobia: Miedo a las mujeres.
Hadefobia: Miedo al infierno.
Hagiofobia: Miedo a los santos o las cosas santas.
Haphefobia: Miedo al tacto.
Harpaxofobia: Miedo al robo.
Hedonofobia: Miedo a la sensación de placer.
Heliofobia: Miedo al sol.
Helminthofobia: Miedo a la infestación de gusanos.
Hemofobia: Miedo a la sangre.
Herpetofobia: Miedo a los reptiles.
Heterofobia: Miedo al sexo opuesto.
Hierofobia: Miedo a los sacerdotes o las cosas sagradas.
Hippofobia: Miedo a los caballos.
Hippopotomonstrosesquippedaliofobia: Miedo a palabras largas.
Hobofobia: Miedo a los mendigos.
Hormefobia: Miedo a los choques.
Homichlofobia: Miedo a la niebla.
Homilofobia: Miedo a los sermones.
Hominofobia: Miedo a los hombres.
Homofobia: Miedo a la homosexualidad o de llegar a ser homosexual.
Hoplofobia: Miedo a las armas de fuego.
Hydrofobia: Miedo al agua o a la rabia.
Hydrophobofobia: Miedo a la rabia.
Hygrofobia: Miedo a los líquidos o la humedad.
Hylefobia: Miedo al materialismo.
Hylofobia: Miedo a los bosques.
Hypengyofobia: Miedo a la responsabilidad.
Hypnofobia: Miedo al sueño o a ser hipnotizado.
Hypsifobia: Miedo a la altura.
Iatrofobia: Miedo a ir al doctor o a los doctores.
Ichthyofobia: Miedo a pescados.
Ideofobia: Miedo a ideas.
Illyngofobia: Miedo a vértigo o al mirar abajo.
Iofobia: Miedo al veneno.
Insectofobia : Miedo a los insectos.
Isolofobia: Miedo a la soledad, estando solo.
Kainofobia: Miedo a cualquier cosa nueva.
Kakorrhaphiofobia: Miedo a la derrota.
Katagelofobia: Miedo al ridículo.
Kathisofobia: Miedo a sentarse abajo.
Kenofobia: Miedo a los vacíos o los espacios vacíos.
Keraunofobia: Miedo a los truenos y relámpagos.
Kopofobia: Miedo a la fatiga.
Koniofobia: Miedo al polvo.
Kosmikofobia: Miedo a los fenómenos cósmicos.
Kymofobia: Miedo a las ondas.
Kyphofobia: Miedo a inclinarse.
Lachanofobia: Miedo a los vehículos.
Laliofobia: Miedo a hacer un discurso.
Leukofobia: Miedo al color blanco.
Levofobia: Miedo a las cosas del lado izquierdo del cuerpo.
Ligyrofobia: Miedo a los ruidos fuertes.
Lilapsofobia: Miedo a los tornados y huracanes.
Liticafobia: Miedo a los pleitos.
Lockiofobia: Miedo al parto.
Logofobia: Miedo a ciertas palabras.
Lygofobia: Miedo a la oscuridad.
Lyssofobia: Miedo a enojarse.
Macrofobia: Miedo a las esperas largas.
Mageirocofobia: Miedo a cocinar.
Maniafobia: Miedo a la locura.
Mastigofobia: Miedo al castigo.
Mechanofobia: Miedo a las máquinas.
Medomalacufobia: Miedo a perder una erección.
Medorthofobia: Miedo a un pene erguido.
Megalofobia: Miedo a cosas grandes.
Melissofobia: Miedo a las abejas.
Melanofobia: Miedo al color negro.
Melofobia: Miedo u odio a la música.
Menofobia: Miedo a la menstruación.
Merinthofobia: Miedo a la limitación.
Metallofobia: Miedo al metal.
Metathesiofobia: Miedo a los cambios.
Meteorofobia: Miedo a los meteoritos.
Methyfobia: Miedo al alcohol.
Metrofobia: Miedo u odio a la poesía.
Microbiofobia: Miedo a los microbios.
Microfobia: Miedo a las cosas pequeñas.
Misofobia: Miedo a la contaminación con la suciedad y gérmenes.
Molysmofobia: Miedo a la suciedad o de la contaminación.
Monofobia: Miedo a la soledad o de estar solo.
Mottefobia: Miedo a las polillas.
Musofobia: Miedo a los ratones.
Mycofobia: Miedo a los hongos.
Myctofobia: Miedo a la oscuridad.
Myrmecofobia: Miedo a las hormigas.
Nebulafobia: Miedo a la niebla.
Necrofobia: Miedo a la muerte o a las cosas muertas.
Nephofobia: Miedo a las nubes.
Noctifobia: Miedo a la noche.
Nomatofobia: Miedo a los nombres.
Nosocomefobia: Miedo a los hospitales.
Nostofobia: Miedo a volver a casa.
Numerofobia: Miedo a los números.
Obesofobia: Miedo a aumentar de peso.
Ochlofobia: Miedo a las muchedumbres o multitudes.
Odontofobia: Miedo a la cirugía dental.
Odynofobia: Miedo al dolor.
Oenofobia: Miedo a los vinos.
Olfactofobia: Miedo a los olores.
Ombrofobia: Miedo a la lluvia.
Oneirofobia: Miedo a los sueños.
Ophidiofobia: Miedo a serpientes.
Ophthalmofobia: Miedo a ser mirado fijamente.
Optofobia: Miedo a abrir los ojos.
Ornithofobia: Miedo a los pájaros.
Ostraconofobia: Miedo a los crustáceos.
Ouranofobia: Miedo al cielo.
Panthofobia: Miedo al sufrimiento y la enfermedad.
Panofobia: Miedo a todo.
Papyrofobia: Miedo al papel.
Paralipofobia: Miedo a descuidar un deber o responsabilidad.
Parafobia: Miedo a la perversión sexual.
Parasitofobia: Miedo a los parásitos.
Paraskevedekatriafobia: Miedo a los viernes 13.
Parthenofobia: Miedo a las vírgenes o las muchachas jóvenes.
Patroiofobia: Miedo a la herencia.
Pediculofobia: Miedo a los piojos.
Pediofobia: Miedo a las muñecas.
Pedofobia: Miedo a los niños.
Peladofobia: Miedo a la gente calva.
Pentherafobia: Miedo a la suegra.
Phagofobia: Miedo a tragar.
Phalacrofobia: Miedo a convertirse calvo.
Pharmacofobia: Miedo a tomar una medicina.
Phasmofobia: Miedo a los fantasmas.
Philemafobia: Miedo a besarse.
Philofobia: Miedo a enamorarse.
Philosofobia: Miedo a la filosofía.
Photofobia: Miedo a la luz.
Phonofobia: Miedo a los ruidos o voces o de su propia voz.
Phronemofobia: Miedo al pensamiento.
Phthisiofobia: Miedo a la tuberculosis.
Plutofobia: Miedo a la abundancia.
Pneumatifobia: Miedo a los alcoholes.
Politicofobia: Miedo a los políticos.
Polyfobia: Miedo a muchas cosas.
Porphyrofobia: Miedo al color púrpura.
Potamofobia: Miedo a los ríos o al agua corriente.
Pharmacofobia: Miedo a las drogas.
Prosofobia: Miedo al progreso.
Psellismofobia: Miedo al tardamudeo.
Psychofobia: Miedo a la mente.
Psychrofobia: Miedo al frío.
Pteromerhanofobia: Miedo al vuelo.
Pteronofobia: Miedo al cosquilleo por las plumas.
Pyrexiofobia: Miedo a las alucinaciones de la fiebre.
Pyrofobia: Miedo al fuego.
Rhytifobia: Miedo a tener arrugas.
Satanofobia: Miedo a Satán.
Sciofobia: Miedo a las sombras.
Scotofobia: Miedo a la oscuridad.
Scriptofobia: Miedo a escribir en público.
Sesquipedalofobia: Miedo a las palabras largas.
Sexofobia: Miedo al sexo opuesto.
Siderodromofobia: Miedo a los trenes.
Siderofobia: Miedo a las estrellas.
Sitofobia: Miedo a comer.
Snakefobia: Miedo a las serpientes.
Socerafobia: Miedo a los suegros.
Sociofobia: Miedo a la sociedad o la gente en general.
Sophofobia: Miedo a aprender.
Soteriofobia : Miedo a la dependencia de otras personas.
Spacefobia: Miedo al espacio exterior.
Spectrofobia: Miedo a espectros o fantasmas.
Spheksofobia: Miedo a las avispas.
Stasibasifobia: Miedo a estar parado.
Staurofobia: Miedo a los crucifujos.
Stenofobia: Miedo las cosas o lugares estrechos.
Stygiofobia: Miedo al infierno.
Syngenesofobia: Miedo a los parientes.
Tachofobia: Miedo a la velocidad.
Taphefobia: Miedo a ser enterrado vivo.
Tapinofobia: Miedo a ser contagioso o contagiar alguna enfermedad.
Technofobia: Miedo a la tecnología.
Telephonofobia: Miedo a los teléfonos.
Textofobia: Miedo a ciertas telas.
Thaasofobia: Miedo a sentarse.
Thalassofobia: Miedo al mar.
Thanatofobia: Miedo a la muerte o morir.
Theatrofobia: Miedo a los teatros.
Theologicofobia: Miedo a la teología.
Theofobia: Miedo a los dioses o la religión.
Thermofobia: Miedo al calor.
Toxofobia: Miedo al veneno o al envenenamiento.
Traumatofobia: Miedo a las lesiones.
Tremofobia: Miedo a los temblores.
Triskaidekafobia: Miedo al número 13.
Tropofobia: Miedo a mover o de realizar cambios.
Trypanofobia: Miedo a las inyecciones.
Verbofobia: Miedo a palabras.
Vestifobia: Miedo a la ropa.
Vitricofobia: Miedo al padrastro.
Wiccafobia: Miedo a las brujas.
Xanthofobia: Miedo al color amarillo.
Xenofobia: Miedo a los extranjeros.
Xerofobia: Miedo a la sequedad.
Xylofobia: Miedo a los objetos de madera o bosques.
Zelofobia: Miedo a los celos.
Zeusofobia: Miedo a Dios o los dioses.
Zoofobia: Miedo a los animales.

sábado, 11 de abril de 2009

La condición humana

Reafirmación humana
¡Y si después de tántas palabras, no sobrevive la palabra! ¡Si después de las alas de los pájaros, no sobrevive el pájaro parado! ¡Más valdría, en verdad, que se lo coman todo y acabemos!...Decía César Vallejo...En todo esto meditábamos al observar la frase "Hoy me siento más ser humano" leyenda de color verde en una pared blanca donde alguien anuncia su condición, su estado de ánimo, su visión de la vida. Es interesante resaltar, hoy se siente más ser humano, quiso hacerlo saber al mundo o por lo menos a sus vecinos.
Uno queda fascinado al saber que alguien pinta más que su nombre, rúbrica o seudónimo. Otro tipo de reafirmación personal. Otra manera de decir "¡ Ey ustedes ! Noten mi presencia" cuando la mayoría de las causas de los escritos son políticos o resaltando el hinchaje hacia algún equipo o simplemente marcar territorios, adueñarse de espacios en blanco para poner límites a otras bandas/personas. Quien lo haya escrito decidió declarar su humanidad, sin sentirse superior o inferior.
Me despierta curiosidad saber cómo es que llegó ahí la frase. Por cuántas situaciones habrá pasado aquella persona para sentirse así, mejor aún, para reafirmar tal sentencia. Tal vez fue alguien que no soporta los espacios en blanco en ninguno de los sentidos. Una persona que odia el vacío porque no tolera la idea de estar así. Llega a su casa, prende todas las luces, enciende la televisión porque odia el silencio, atiborra las hojas de garabatos antes de empezar a escribir, siempre tiene alimento en el refrigerador, constantemente está ocupado para tener llena la agenda. De tal manera no soportaba tener justo en frente un espacio desocupado. Una mañana de optimismo observó el spray verde olvidado en un rincón y reafirmó su condición humana.
El vértigo también es humano. O quizá fue alguien que simplemente quería decir algo, sin saber muy bien qué. Se plantó ante la pared y decidió escribir lo primero venido a su la mente. La incertidumbre, el cuestionamiento se acercan mucho más a la condición humana. En todo caso ignoramos si el mensaje fue escrito con intención o simplemente como rutina por alguien que nunca imaginó el efecto del mensaje.
Quien ve el mensaje no sólo sabe que hay alguien sintiéndose ser humano, uno mismo se siente igual. Esa pinta tiene la función de recordar a diario lo que nosotros pasamos por obviedad. Sin embargo hay días, situaciones en los cuales uno se siente más humano. Como cuando se está al borde, al límite, en ciertos momentos en que sabemos que no hay más opción que ser más humano aun cuando juguemos a ser otras cosas.

viernes, 10 de abril de 2009

Las100 mujeres más sexys

Sharon Stone
Megan Fox
Angelina Jolie
Las 100 mujeres más sexys del planeta
Jéssica Alba
Kate Winslet
Paz Vega

miércoles, 1 de abril de 2009

Perfil de abril

Jéssica Alba
Jéssica Alba
Jéssica Marie Alba nació en Pomona, California el 28 de abril de 1981. Es una actriz estadounidense que actuó en películas como Los cuatro fantásticos (2005), Honey (2003), El diablo metió la mano (1999) o Sin City (2005). También ha intervenido en algunas series de televisión como Dark Angel o Flipper. Es considerada una de las mujeres más sensuales del mundo del espectáculo...
Filmografía de Jessica Alba