Y de Repente un Día la Palabra...Y de repente la palabra no alcanza para dibujar el momento. ¿Y sucede que extravías tu verdadero perfil en la rutina de los días? ¿Las decisiones que elegiste fueron las adecuadas? ¿Acaso tu vida hubiera tenido otro derrotero?. Sucede que muchas veces la palabra no basta para colorear el momento. Sin ninguna duda, somos sólo el resultado de una decisión; cualquier giro del destino nos lleva por distintos laberintos que es la vida. Y la palabra, casi siempre, no alcanza para describir el momento, para contener el instante, pero aún así escribo y decido ser el hurtador de sueños y escribir todo lo que un día no podré leer. Y escribo aunque me duelan las ausencias. La palabra me contiene y es la extensión a tu mirada, el punto exacto donde todo empieza. Es cierto aquí seguimos aprendiendo a vivir, esa ineludible condición humana. Un día acabará todo y la palabra no alcanzará para atenuar todas las tristezas. Y la palabra será un árbol que dejará caer sus hojas garabateadas, otoño tras otoño.
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