lunes, 25 de junio de 2012
viernes, 22 de junio de 2012
Espinar pobre a pesar de sus ingresos millonarios por Minería
Caricatura del Diario El Comercio sobre Espinar |
POBREZA. En Espinar seis de cada 10 habitantes viven en la pobreza. Su municipio recibe más de 200 millones de soles anuales. |
sábado, 10 de septiembre de 2011
Julio Cortazar
ay escritores más sociables que otros, de hecho algunos no pueden vivir si no tienen un contacto cercano que el medio que les rodea; otros, si bien a simple vista pueden parecernos sociables, adoran el silencio de la casa cuando no hay nadie, aguardan con ansiedad el momento en que estén solos ellos frente a sí mismos, sin almas que lo contemplen, absolutamente igual que como han llegado a este mundo. Entre estos escritores se encuentra, seguramente, Julio Cortázar.
Leer a Julio Cortázar es internarse en horizontes nuevos, es captar la realidad desde otro plano, es adentrarse a historias llenas de nostalgia, humor y una cierta cuota de misterio. Nunca una lectura de este autor puede pasarnos desapercibida, ya que lo que lo caracteriza significativamente de otros, es esa capacidad de llegar a los lectores y hacer que lo amen o lo odien, pero que siempre sientan algo al leerlo.
En contra de los patrioterismos y chovinismos
Cortázar fue un hombre dividido por los litigios entre los países, que sufría terriblemente la extraña necesidad que tiene el ser humano por dividirlo todo. Comparto ciegamente con él cuando dice que solamente podría aferrarse a una bandera, si tuviera por patria ninguna nación.
Nunca dejó de manifestar que se hallaba profundamente negado a los términos “patriota”, “nacionalista”, considerando que ellos son los responsables de que haya tantas mentes cegadas, enfermas e incapaces de apreciar lo que proviene de un suelo que no sea el mismo donde se ha nacido.
Julio nació en Bruselas cuando los alemanes la estaban ocupando (comenzaba la segunda guerra mundial). Según los relatos que su madre le contó acerca de su nacimiento, mientras él nacía afuera sonaban bombas y estallaba la rebelión. Lo irónico de todo esto que quien nacía en medio de aquella situación bélica, fue posteriormente uno de los hombres más pacifistas que han existido sobre la tierra.
Nació en Bélgica producto del azar, porque su padre estaba momentáneamente allí por cuestiones laborales, sin embargo este hecho, que a simple vista puede resultar pasajero, posiblemente haya colaborado con la idea de no tener una patria, más aún de anhelar un mundo sin banderas, sin chovinismos, donde todos valgamos por lo que hemos sabido construir pero sin importar el nombre del lugar de donde vengamos.
Su amiga la soledad
En reiteradas oportunidades el autor expresó que la soledad le gustaba, que iba hacia ella y que, pese a que tuvo buenos amigos (pocos, porque consideraba que los buenos amigos siempre son pocos), siempre tuvo una necesidad latiéndole dentro que le exigía refugiarse en la soledad de su cuarto, en el campo o donde sea, pero lejos de cualquier contacto con la especie humana.
Cortázar era un solitario, deseoso de que el ser humano se entienda entre sí, y luchó a través de sus obras por conseguir el entendimiento entre los seres humanos. El propio autor asegura que el tema de la soledad genera un desgarramiento en él, porque por un lado era por naturaleza solitario, se sentía bien solo y podía vivir largos períodos solo, pero por el otro sentía una cierta responsabilidad con su prójimo, y no le gustaba aislarse desmesuradamente.
Esto permite entender que esa soledad para Cortázar, si bien por momentos era necesaria y se sentía impulsado a recurrir a ella, en el fondo era una maldición, pues como ser humano se sentía comprometido a relacionarse con los demás de su especie.
Un hombre solitario pero cercano
De todas formas gracias a esa necesidad de refugiarse en su intimidad, de encontrarse, de disfrutar de su compañía, es que pudo producir las fantásticas obras de las que es autor. Y al llegar a este punto es donde me atrevo a decir que supo compartir incluso su soledad con sus lectores.
De la misma manera, Julio tenía pocos amigos pero con quienes le unían fuertes relaciones, otra característica más que lo pone por encima de cualquier ser humano que se considere sociable pero no sea capaz de compartir de verdad su existencia con otro. Este hombre, tan cercano a su soledad, necesitado de ella y capaz de pasarse mucho tiempo recluido, era capaz de compartir amistades profundas, de armar lazos sólidos y casi indestructibles, y esto lo convierte en un hombre más aptos para relacionarse de verdad, para mostrarse tal cual es, para compartir quien es en realidad con otro.
Algunos personajes solitarios
En todas las historias de Julio aparecen seres atormentados, que no soportar ciertas cosas de la vida y no entienden cómo hacer para cambiarlas, y también seres solitarios, que se sienten de verdad atormentados por ver cosas que los demás no ven o no entienden.
En la obra “La casa tomada” esos hermanos se hallan desamparados, arrasados por la existencia de los extraños que corrompen su propio hogar. Si bien a simple vista este relato no trabaja sobre el tema de la soledad, si se le busca este sentido, creo que encaja perfectamente. La soledad es eso que te permite ver cosas que los demás no pueden captar, que te eleva pero a la vez te separa del resto, y, como nadie es profeta en su tierra, te sientes extraño incluso en tu propia casa.
En “Las puertas del cielo” también se puede analizar el personaje de Celina, rescatada por Mauro de la prostitución, vivió a su lado varios años intentando conformarse con una vida lejos de la música y el baile que eran en verdad lo que la hacían feliz, incomprendida, triste… puede que esa haya sido incluso la causa de su muerte. Y Marcelo, otro que vive a flor de piel la soledad, aferrándose a la existencia como puede, incapaz de asumir que el amor entre Mauro y Celina no le pertenece, viviendo en silencio una vida prestada.
Concurso Nacional de Poesía
Caro Infantas expresó su agradecimiento a los medios de comunicación y público en general por la activa participación y decisivo apoyo.
El Club de Leones de Trujillo organiza diferentes actividades culturales dentro del Festival Internacional de Primavera como el Concurso de Pintura “Bellezas, Estampas y Costumbres de Trujillo”, Concurso de Pintura al Aire Libre “Trujillo en Primavera”, entre otros, contribuyendo así de manera tangible al desarrollo de nuestra región y país.
El Presidente del Club de Leones C.L. Raúl Llirod Taberna felicitó a la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Trujillo por su valioso aporte que viene realizando a la Cultura y al Festival.
Llirod Taberna destacó que dicha competencia contará con un jurado calificador que estará integrado por prestigiosos poetas de Trujillo y Lima; e informó que en esta oportunidad la Caja Trujillo premiará a los tres primeros puestos: $1.200.00; $600.00 y $ 400.00 dólares americanos respectivamente.
Los resultados de la competencia se darán a conocer el sábado 24 de setiembre, en la sede del club, Jr. Estete N° 411.
domingo, 4 de septiembre de 2011
Las otras ausencias
Parece una niña, de acuerdo, asumo que tiene un aire casi infantil, parece una niña indefensa que necesita que la protejan, que la quieran. Supongo que el amor muchas veces no nos puede alcanzar o siquiera abrazar como nos gustaría. Es que el amor es tan impredecible, se supone que está en alguna parte y se supone que no muy lejos de aquí. Pero me gustaría ser capaz de verle, quizás ya lo conozco o quizás no. Seguro que el día que lo encuentre sumergiré mi mano en sus aguas y entre escalofríos, ella también lo sabrá. Caerá en la cuenta de que soy lo único imprescindible para su felicidad. Sabrá que el camino se estrecha sin mí, que si las canto, las canciones son más bellas, que si leo los versos tienen un sentido único, que si le preparo el café sabe mejor, que si le otorgo mis caricias sanarán cualquiera de sus ausencias...pero necesito que ella, alguna tarde lo sepa. Mientras tanto, en espera del otoño,...perdonen la tristeza....
lunes, 15 de agosto de 2011
Corazón coraza
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
miércoles, 3 de agosto de 2011
Concurso Nacional de Poesía
El Club de Leones de Trujillo organiza diferentes actividades culturales dentro del Festival Internacional de Primavera como el Concurso de Pintura “Bellezas, Estampas y Costumbres de Trujillo”, Concurso de Pintura al Aire Libre “Trujillo en Primavera”, entre otros, contribuyendo así de manera tangible al desarrollo de nuestra región y país.
El Presidente del Club de Leones C.L. Raúl Llirod Taberna felicitó a la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Trujillo por su valioso aporte que viene realizando a la Cultura y al Festival.
domingo, 5 de junio de 2011
sábado, 30 de abril de 2011
Cuando un país no tiene memoria
Alberto Fujimori y Hugo Chávez podrían ser coautores de un manual titulado Cómo ser dictador manipulando mecanismos formalmente democráticos… para dummies (claro,descontando el 5 de abril de 1992).
Recordar esto es importante pues, en la presente coyuntura electoral de cara a la segunda vuelta, sorprende que un sector de nuestra ciudadanía fundamente su voto a favor de la candidata Keiko Fujimori (lideresa por herencia del fujimorismo de siempre) en base al temor de que la otra candidatura, también preocupante, nos dirija hacia una dictadura como la chavista. Entre ambas opciones, en realidad, el fujimorismo es más cercano al chavismo pues en su momento ambos han sostenido una colaboración estrecha y por un tiempo más prolongado.
Dictaduras amigas
Si hablamos de dictaduras, la que vivimos en el Perú durante el régimen de los Fujimori no fue de menor intensidad que la que actualmente padece el hermano país de Venezuela. Además, han existido vasos comunicantes entre ambos regímenes, incluso antes de que el chavismo asumiera el poder (recordemos que ese movimiento llegó a la presidencia en el año 98).
Conviene recordar que Hugo Chávez fue un aliado de Fujimori, al punto que colaboró para mantener a nuestro país en el marco de los países andinos, después de la fraudulenta segunda vuelta del año 2000, contra los propósitos de la oposición democrática peruana; y que la relación se inició varios años antes, cuando Chávez se refugió en el Perú en 1992 luego del fallido golpe de Estado que encabezó en su país, recibiendo el apoyo de Montesinos, brazo derecho de Fujimori. No fue sorpresa, por ello, que Fujimori dijera durante la última crisis de su gobierno que “Chávez es mi amigo personal y en algún momento voy a visitarlo un fin de semana”, en relación a la visa de cortesía que Chávez le había entregado en octubre de 2000. Aunque quien llegó a fugar a Venezuela fue Montesinos pues Fujimori prefirió refugiarse en Japón para aprovechar su doble nacionalidad: es claro a dónde hubiera fugado si solo hubiera tenido la nacionalidad peruana.
No es difícil encontrar paralelos entre la dictadura de Fujimori y la de Chávez. Por un lado, por ejemplo, tenían características comunes, además de la demagogia y autoritarismo, que los definían como populistas, como discurso antielitístico, imagen de persona no perteneciente a política tradicional y carisma en los sectores marginales.
Asimismo, el Perú durante Fujimori y Venezuela durante Chávez, después del desplome de sus sistemas de partidos políticos, siguieron rutas comunes:
“[E]n ambos países se fundó un nuevo orden político (expresado en las nuevas constituciones de 1993 en Perú y de 1999 en Venezuela), formalmente democráticos, y que además ponían énfasis en la apertura de espacios de participación y democracia directa, pero que en la práctica dieron lugar a la conformación de regímenes autoritarios. Ello se explica porque la refundación institucional ocurrió bajo la clara hegemonía política de un solo actor, imbuido de un claro espíritu antisistema, que enfrentó una oposición débil y fragmentada, sin una propuesta alternativa. Los nuevos líderes sufrieron un importante desgaste como consecuencia de un ejercicio del poder no democrático, pero ésta caída afectó sobre todo su relación con los sectores medios; ante los sectores populares, la combinación de una retórica anti sistema y un significativo aumento del gasto social (posible en el caso peruano por la recuperación de las finanzas públicas y por la política de privatizaciones, y en el venezolano por el aumento de los precios del petróleo), les permitió mantener una importante base de respaldo popular, que los hace competitivos en el terreno electoral. (…) Una vez en el poder, Fujimori y Chávez destruyeron el orden institucional precedente, y erigieron regímenes que pueden ser catalogados como autoritarismos competitivos, en los que la representación democrática es sustituida por mecanismos de legitimación plebiscitarios”.
Paralelos en las intervenciones dictatoriales a los sistemas de justicia
La independencia del sistema de justicia es uno de los pilares básicos de la democracia. Sin ella, es inviable sostener un sistema equilibrado de poderes y garantizar el respeto de los derechos fundamentales. Sin una justicia independiente es fácil generar impunidad. Por ello, el sometimiento de la justicia es siempre un objetivo muy preciado para las dictaduras.
En este punto, los proyectos dictatoriales desarrollados por Fujimori y Chávez exhiben también semejanzas pues la ruta que siguieron fue similar. No están lejos los que señalan que el segundo aprendió del primero.
En ambos casos, cuando iniciaron sus gobiernos encontraron a sus respectivos sistemas de justicia sumergidos en crisis agudas. Existía un alto nivel de desaprobación para los sistemas de justicia pues la población los percibía como aparatos burocráticos, corruptos, lentos y sobrecargados en los que las influencias de los litigantes podían ser más determinantes que la razón del Derecho. Ante este panorama, en lugar de buscar el fortalecimiento de la justicia, aprovecharon el descontento popular para declarar sus sistemas judiciales en estado de emergencia, y promover normas refundacionales que bajo el pretexto de reorganizar íntegramente sus instituciones les permitieron copar con magistrados allegados políticamente primero las instancias más altas, y luego el resto del sistema de justicia.
Debemos mencionar además, que en estos momentos refundacionales surgieron nuevas constituciones políticas y otras normas que reconfiguraron el sistema de justicia. Ambas constituciones consagran la independencia de la justicia, y establece diversos mecanismos formales para protegerla. Por ejemplo, en el caso peruano, la constitución (1993) estableció un Consejo Nacional de la Magistratura como órgano autónomo que determina el nombramiento y la destitución de jueces y fiscales sin intervención del Poder Legislativo ni el Ejecutivo, además existe un Tribunal Constitucional separado del Poder Judicial, entre otras medidas. La constitución venezolana (1999), por su parte, optó por establecer la elección y destitución de magistrados supremos mediante mayoría calificada en el parlamento, lo que inicialmente dio como resultado un equilibro en el Poder Judicial. De modo que estos gobiernos autoritarios promovieron, a nivel constitucional, normas que resultaban compatibles con una democracia. Sin embargo, fueron maniobras y normas posteriores las que terminaron desvirtuando lo planteado por estas constituciones.
Así, cuando en el Perú Fujimori llevó a cabo el autogolpe de Estado del 5 de abril de 1992 y se cerraron diversas instituciones estatales, una de las justificaciones que se plantearon públicamente fue la situación dramática de la administración de justicia. El 7 de abril de 1992 se promulgó la Ley de Bases del Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional, Dec.Ley N° 25418, que teniendo entre sus objetivos “moralizar la administración de justicia”, decretó “la reorganización integral del Poder Judicial, del Ministerio Público, el Consejo Nacional de la Magistratura y el Tribunal Constitucional”. A los dos días se promulgó el Decreto Ley N° 25423, que cesó a 13 vocales supremos, lo que dio origen al alto nivel de provisionalidad generalizada en jueces y fiscales que hasta ahora existe. El cese de jueces y fiscales fue masivo, y se realizó mediante decretos leyes, contra los que además se dispuso la improcedencia de la acción de amparo (Lovatón, 2003: 359-360).
En Venezuela, por su parte, al año siguiente de iniciar su mandato, Chávez convocó a una Asamblea Nacional Constituyente. Una de las primeras medidas de esta asamblea constituyente fue declarar, en agosto de 1999, que el poder judicial se hallaba en estado de emergencia. Posteriormente, en octubre, publicó un decreto para la “Reorganización del Poder Judicial y el Sistema Penitenciario”, el cual creó una comisión de emergencia con facultades “para suspender a los jueces cuyo patrimonio no guardara relación con sus ingresos y para destruir a quienes, por ejemplo, hubieran adoptado decisiones que reflejaran un “manifiesto desconocimiento del Derecho. En los meses siguientes, la comisión de emergencia destituyó cientos de jueces de sus cargos”.
Estas maniobras, que tuvieron un amplio nivel de aprobación popular inicialmente, motivaron asfixiantes niveles de provisionalidad de magistrados en ambos países. El año 2000 en el Perú, después de 8 años de intervención política, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, más del 80% de jueces y fiscales tenían el status de “provisional” (Lovatón, 2003: 368). En Venezuela el resultado no fue diferente, pues como resultado de las destituciones de cientos de jueces de distintas jerarquías, a mediados de la década pasada “el 80 por ciento de los jueces venezolanos ocupaban cargos provisorios o temporales y, por lo tanto, conforme al derecho venezolano, podían ser destituidos sumariamente”.
Debemos mencionar que ambos gobiernos dictatoriales se aseguraron de neutralizar a las más altas instancias del sistema de justicia cuando estas intentaron poner frenos constitucionales a sus actuaciones. En el caso peruano, por ejemplo, en el congreso se destituyó a tres de los siete miembros del Tribunal Constitucional (TC) por una supuesta usurpación de funciones, pero motivados realmente porque el TC resultaba un obstáculo para mantener vigente la Ley 26657, que manipulaba una interpretación del artículo 122 de la Constitución Política para permitir una segunda reelección de Alberto Fujimori. El número legal de miembros nunca fue completado a siete durante el fujimorismo. Previamente, el fujimorismo había promovido que la Ley Orgánica del TC establezca un quórum híper calificado para declarar la inconstitucionalidad de una norma (6 de 7 votos). Como el número de miembros nunca llegó a 6, el TC quedó en la práctica imposibilitado de ejercer este tipo de control de las normas (Lovatón, 2003: 364). En Venezuela el objetivo fue copar el Tribunal Supremo, equivalente a la Corte Suprema peruana, la cual cuenta con seis salas, entre ellas la constitucional, que asume la función de control de la constitucionalidad. Debido a algunas sentencias controvertidas del Tribunal Supremo (que tenía 20 miembros, en los que había un equilibro entre magistrados afines al oficialismo y la oposición), el gobierno decidió coparlo, para lo cual se emitió una nueva Ley Orgánica en mayo de 2004. Esta ley permitió ampliar el número de miembros en 12, dos para cada sala, y se estableció legalmente que el congreso podía destituir magistrados solo con mayoría simple con lo que se reemplazó a los tres magistrados más críticos. De esta manera el Tribunal Supremo quedo conformado esencialmente por magistrados muy allegados al gobierno.
Existen otros aspectos más, como por ejemplo el referente a los mecanismos para nombramientos y destituciones de magistrados. En Perú se le fue arrebatando funciones al CNM, frente a lo que sus miembros renunciaron y fueron reemplazados. En Venezuela la función de nombrar y destituir jueces recayó en una “Comisión Judicial” del Tribunal Supremo, previamente intervenido (HRW, 2008: 61). Igualmente hay similitudes en el copamiento de los órganos de control administrativos, etc.
Incluso, debido a las interferencias, ambos países han sido sancionados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por no cumplir con estándares de independencia e imparcialidad judicial por la destitución indebida de jueces, en relación a Perú: Caso de Magistrados del Tribunal Constitucional del año 2002, y en relación a Venezuela: Caso Apitz Barbera del año 2008.
Como puede verse, fujimorismo y chavismo no son realmente tan distintos cuando se les mira desde el prisma de la democracia. Ambos regímenes han intervenido de manera gradual en sus sistemas de justicia y en base a los mismos métodos. Además, Fujimori y Chávez han tenido nexos de complicidad entre sí.
¿Es correcto, entonces, que el miedo a la dictadura chavista empuje a nuestros ciudadanos a adherirse al fujimorismo? El fujimorismo montó y ejecutó todo un plan para intervenir el sistema de justicia, y en esa dinámica participaron muchas de las personas que ahora son muy allegados a la actual candidata Keiko Fujimori. Recordemos aquel vladivideo, en el que la cúpula fujimorista se encontraba reunida con Montesinos y éste afirmaba campantemente que ya tenían captados el Poder Judicial, el Ministerio Público, el TC, el CNM y el Jurado Nacional de Elecciones, y que para cuidarse las espaldas tenían que hacer que la reforma judicial durara indefinidamente para seguir interviniendo.
Aníbal Gálvez Rivas